domingo, 19 de febrero de 2012

Ensayo - Error.


El maestro

Los alumnos de sexto grado, en una escuela de Montevideo habían organizado un concurso de novelas.
Todos participaron.
Los jurados éramos tres. El maestro Oscar, puños raídos, sueldo de fakir, más una alumna, representante de los autores, y yo.
En la ceremonia de la premiación,  se prohibió la entrada de los padres y demás adultos. Los jurados dimos lectura al acta, que destacaba los méritos de cada uno de los trabajos. El concurso fue ganado por todos, y para cada premiado hubo una ovación, una lluvia de serpentinas y una medallita donada por el joyero del barrio.
Después, el maestro Oscar me dijo:
-Nos sentimos tan unidos que me dan ganas de dejarlos a todos repetidores.
Y una de la alumnas, que había venido a la capital desde un pueblo perdido en el campo, se quedó charlando conmigo. Me dijo que ella, antes, no hablaba ni una palabra, y riendo me explicó que el problema era que  ahora no se podía callar. Y me dijo que ella quería al maestro, lo quería muuuuuuuuuuucho, porque él le había enseñado a perder el miedo de equivocarse.

Eduardo Galeano:“Bocas del Tiempo”Editorial Siglo XXI

¿Cómo es el buen docente? ¿El que te enseña bajo la presión de la corrección, el que te impone el conocimiento sin error?...

 


2 comentarios:

  1. Para mi el final te dice como tiene que ser el buen docente, supongo que es evidente, pero hay que enseñar y que no tengan miedo a equivocarse.

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  2. Precioso texto. Lleno de sentido y sentimiento. Se me ocurren muchas cosas. Por ejemplo, la idea de las inteligencias múltiples, las aportaciones sobre la creatividad de Marian o Sir Richard Robinson, que más adalante darán mucho que hablar... Y sobre todo el asombro ante el poder de la belleza. "Sueldo de fakir..." ¿Se puede escribir mejor?. Lo dicho: precioso, eficaz... muchas gracias por traerlo!

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