martes, 15 de mayo de 2012

El devenir llega.

Pennac nos revela que unos diez años más tarde  recibió una carta de su padre, y recuerda:
“Al igual que nunca me había amenazado con un porvenir calamitoso durante mi escolaridad, no hacía la menor alusión a mi pasado de zoquete.” 

Éste había escrito en el sobre: "Daniel Pennacchioni, profesor de colegio". Pennac expresa el sentimiento de orgullo que denota en su padre al escribir la palabra  PROFESOR.

Los padres  se quejan de que sus hijos son muy niños para su edad,  que sólo piensan en jugar y no en estudiar y, sobre todo; Pennac habla  de los padres que tienen miedo a perder lo que  han conseguido en la vida: trabajo,  estabilidad económica… y que esta realidad, la trasladan a sus hijos, provocándoles una angustia por el porvenir que los supera. El niño vive,  aprende,  disfruta, no piensa en el futuro como  inversión. Vive el presente, y si, encima, el futuro no es nada prometedor, mejor aún  vivir el presente. No es aconsejable sobrecargar con una responsabilidad insoportable al pobre niño. Bastante tiene con quedar atrás las dificultades del presente.

El zoquete tiene  miedo de no poder sobrevivir en el mundo del saber, del conocimiento  como para que, encima, le digan  que éste es más difícil y angosto de lo que, realmente, es.  El futuro es un desafío y  hay que ir afrontándolo paso a paso, poco a poco.

      ¿En qué devenimos? ¿Qué es  más importante: tener un buen puesto de trabajo o una vida personal y familiar satisfactorias? Aunque no son incompatibles,  cuando nos hacen temer el futuro, no se refieren a lo primero; se refieren al trabajo, al futuro laboral. ¿Qué hace, entonces, el niño? Entiende  sobre todo que su vida será un fracaso si no hace unos estudios medios o superiores, pero si  deviene,  si se convierte en albañil, carpintero, limpiadora…, aún cuando nadie dice que  no son  profesiones de futuro, se supone que no tiene futuro. Pero como dice Pennac devenimos (sucedemos, acaecemos, pasamos, nos verificamos, sobrevenimos, nos convertirnos, cambiamos, nos transformamos, nos modificamos, nos renovamos…) No solemos conjugar este verbo, solemos usar convertirse en…, pero en la traducción se ha mantenido y conjugado el verbo devenir, lo que  le da una mayor significación al contenido sobre lo que nos quiere transmitir el autor: el zoquete devendrá, y tendrá un porvenir, un futuro,  y ocupará su lugar en él.


Este libro es una parte importante de mi vida y hora más que nunca. Por eso no quería dejar pasar la oportunidad de exponer lo que sentí al leerlo. Confío en devenir. ¿Lo estaré haciendo ahora, o lo haré al final de mi vida?

3 comentarios:

  1. Lo harás siempre. Nunca dejamos de ser ni llegamos a ser del todo. Y sí: primero la persona y luego todo lo demás. DE qué sirve ocupar el "lugar en el mundo" (sea el que sea) si al hacerlo llegamos moralmente arruinados?

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  2. Hacía tiempo que no me pasaba por aquí, y la verdad me ha venido bien hacerlo. Me acabo de dar cuenta de que a mi también me preocupa mucho ese devenir, y aunque al leer el libro no me llamó la atención como a ti este trozo del libro si lo ha hecho a hora, y me ha gustado la visión que le has dado, y me ha ayudado. Gracias Toni!

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